Registrandome y probando Spotify.

Ya llevaba tiempo oyendo hablar de Spotify (más información) y decidí registrarme para probarlo.

Resumiendo es una especie de radio personalizable con la música que tu quieras, totalmente legal y gratis, aunque con publicidad (por 9,99 € te quitan la publicidad).

Es en streaming por lo que no es necesario descargar la música y llenar el disco duro de archivos, pero por este mismo motivo tampoco puedes guardarla ni grabarla en otro dispositivo sin acceso a Internet. Es para escucharla en el momento, mientras trabajas en un ordenador con conexión a Internet o si lo tienes cerca mientras haces otras cosas, aunque también hay aplicaciones para Internet móvil.

También permite copiar los enlaces de alguna canción que te guste para mandarla a otra persona para que la escuche o publicarlos directamente en Delicious, Facebook o Twitter (yo lo probé en Twiter), aunque es necesario que el receptor del enlace también tenga Spotify instalado.

Si os interesa podéis registraros aquí. Está en ingles pero es un registro sencillo donde te piden un usuario, una contraseña, una dirección de correo electrónico y poco más. Luego tienes que descargar un programa e instalarlo, de tal forma que la primera vez que lo ejecutes te pedirá el usuario y la contraseña (como hace por ejemplo el Messenger), podrás decirle que recuerde la contraseña o introducirla tu cada vez que arranques el programa.

Una vez abierto el programa puedes navegar por las distintas opciones que tiene, como la radio o directamente introducir en la barra de búsqueda la música que quieres y crear así tus propias listas de reproducción.

Aunque no soy un gran aficionado a escuchar música mientras trabajo o hago otras cosas, sí que me ha gustado mucho el carácter de Spotify. Espero que dure este servicio y no se caiga como otros.

Windows 7, un “deja vu” con matices.

Hace unos días, cansado de tanto leer acerca del Windows 7, me decidí a probar una versión beta del mismo y realmente no me impresiono. Me explico, simplemente me parece un Windows Vista reparado, lo cual aunque no es poco, no me explica la gran expectación positiva creada a su alrededor (una buena campaña de marketing por parte de Microsoft si que me lo explica.). Por eso el “deja vu” que he vivido durante la instalación de Windows 7 en comparación a la primera vez que probé Windows XP en mi anterior equipo me ha sorprendido.

Yo empecé en la informática (mi primer ordenador) allá por la época en que Windows 98 salio al mercado, por lo que no viví la transición del Windows 95 al 98, de hecho excepto en algún ordenador ajeno, apenas conviví con el Windows 95. Pero eso sí, las siguientes transiciones de los productos de Microsoft sí las he sufrido y disfrutado en según que ocasiones:

1.- Sufrí la primera edición de Windows 98 en un hardware poco agradecido, lo que me hacia tener que formatear cada poco tiempo.

2.- Disfrute el Windows 98 SE (en la medida de lo posible), el cual mejoro de forma apreciable la estabilidad de mi equipo (a este no le cambiaron el nombre, simplemente le añadieron un sufijo).

3.- Sufrí las frustrantes oportunidades que tuve de probar Windows ME, con el cual no conseguí ni estabilidad, ni compatibilidad, ni rendimiento. Lo cual obviamente me hizo permanecer fiel al Windows 98 SE el cual por lo menos funcionaba.

4.- Disfrute y sufrí con el Windows XP, lo primeros pasos fueron duros con un hardware diseñado para el Windows 98 lo cual me hizo aprender bastante del XP. Hasta el primer Sevice Pack no empecé a confiar en él y fue cuando migre definitivamente, comenzando una progresiva e irremediable actualización de software y hardware.

5.- Me desespere con los primeros ordenadores (especialmente portátiles) que venían con el Windows Vista irremediablemente instalado (¿como puede ser que vendan un ordenador con un sistema operativo en el que nada funciona?) y he tolerado alguno después de que salieran los respectivos Service Packs. Pero en definitiva jamás se me ocurrió migrar ninguno de mis ordenadores a esta versión de Windows.

6.- ¿Y ahora qué? ¿Migrar al Windows 7 e iniciar un irremediable proceso de actualización de mi software y hardware y esperar que todo vaya lo mejor posible? ¿O bien desecharlo y aguantar lo máximo posible con un Windows XP SP3 en el que actualmente todo funciona perfectamente, hasta que por fin la mayoría del software se cree o adapte a 64 bits, cambiando en ese momento a una maquina acorde de 64 bits y entonces estudiar las distintas opciones de sistemas operativos? En realidad ya he tomado una decisión y es la segunda.

Lo anterior era una forma de intentar explicar, no sé si de forma del todo clara, la sensación de “deja vu” que me ha invadido al probar Windows 7 y además añado que si se me ocurriera probar de forma superficial el Windows Vista con el último Service Pack en mi equipo, me parece que funcionaria de forma muy similar al Windows 7, hago hincapié a que me refiero a una maquina de 32 bits.

En cuanto a los matices y diferencias con respecto a otras pruebas de sistemas operativos que me han provocado este “deja vu” y teniendo en cuenta el buen rendimiento del Windows XP SP3, no entiendo la necesidad de sacar un nuevo sistema operativo que funcione en maquinas de 32 bits, porque entiendo que nunca llegara a funcionar de forma optima en estas maquinas por incompatibilidades con el software y el hardware, además de por falta de rendimiento en muchas de ellas. Por ello creo que seria mucho más interesante mantener y mejorar, si es posible, el Windows XP para maquinas de 32 bits y lanzar un sistema operativo que realmente aproveche las capacidades de los equipos que actualmente se venden con procesamiento a 64 bits, al fin y al cabo cuando decidamos cambiar el hardware de nuestro equipo, tarde o temprano estaremos obligados a pasar por caja para conseguir algo que funcione bien a 64 bits, dado que el software también será de 64 bits. Por ello esta transición de XP->Vista->7 no es totalmente igual que las que se viví con 98SE->ME->XP.

No voy a entra en cuestiones de seguridad, visibilidad o personalización; puesto que esto es responsabilidad de cada uno y es perfectamente posible implementar estas características en cualquier sistema operativo, aunque eso sí, suelen ir en detrimento de la usabilidad y del rendimiento general del equipo (personalmente prefiero tener un mejor redimiendo en vez de fondos transparentes).

Por ultimo si hoy me viera obligado por algún motivo a tener que quitar el Windows XP de mí equipo de 32 bits tendría que tener lo siguiente en cuenta: Hace poco probé varias distribuciones de Linux durante un mes, de las cuales me gustaron Debian y Ubuntu, y si cuando se lanzo el Window XP, Linux no me convencía para usuarios medios, actualmente es una opción totalmente valida y funcional. De hecho, en mi equipo, funciona mejor el mencionado UBUNTU 9.04 que el Windows Vista o 7, tengo las mismas incompatibilidades de hardware y software con ambos sistemas operativos, además en Ubuntu el software, aunque es distinto y en la mayoría de los casos incompatible con Windows, está completamente disponible de forma gratuita para la mayoría de necesidades y solo limitado por la negativa de algunos fabricantes de hardware de sacar drivers para Linux. Por ello aunque soy un usuario feliz en la mayoría de los casos con Windows XP SP3, si tuviera que cambiar ahora de sistema operativo me plantearía seriamente cambiar a Ubuntu en vez de a Windows 7, de hecho ya he convivido con ambos sistemas operativos (XP y Ubuntu) instalados en la misma maquina con el único problema de que los datos de Linux son inaccesible desde Windows.

P.D.: Me dejo algunas cosas en el tintero pero tampoco quiero profundizar mucho más.